miércoles, 2 de enero de 2013

Misión Olvido

Título original: Misión Olvido
Autora: María Dueñas, Puertollano, Ciudad Real, 1964

Tras el impredecible, y casi me atrevería a decir que inexplicable, éxito de ventas de "El tiempo entre costuras", resulta inevitable querer comparar la ópera prima de la autora puertollanera con su segunda obra, "Misión Olvido". 



En ambas novelas María Dueñas utiliza como protagonista a una mujer herida que huye de su pasado. En "Misión Olvido" perfila a la que podríamos llamar su alter ego, Blanca Perea, una profesora universitaria que sobrepasa la cuarentena,  con hijos prácticamente independizados, de quien Dueñas se vale para trazar el hilo conductor de la novela. La profesora Perea pone tierra (y agua) de por medio para alejarse de un matrimonio recientemente fracasado. Sin signos de pereza aparente se lía la manta a la cabeza y toma la decisión de cruzar el charco, instalándose temporalmente en Santa Cecilia, California, donde es contratada por una fundación privada para el desarrollo de una beca consistente en desempolvar y ordenar el legado de un antiguo profesor universitario ya fallecido, Andrés Fontana. Si en un principio esta resulta una tarea poco interesante para la propia implicada, menos atractiva se ofrece, al menos a priori, para el lector. Durante este periplo en tierras californianas Blanca conocerá al tercer personaje en torno al cual gira la obra: Daniel Carter, un antiguo alumno de Fontana.

La novela está narrada en dos voces. Por una parte Perea rememora en primera persona y un pasado muy cercano su propia experiencia personal: su fracasado matrimonio, el viaje a California, los avances en el trabajo para el que ha sido becada. Por otra parte un narrador omnisciente se remonta a los años treinta y cincuenta y nos hace partícipes de la vida, aventuras y desventuras de Andrés Fontana y Daniel Carter. En este punto debo decir que durante toda la novela tuve la impresión de que Dueñas no echó cuentas: no hay coherencia entre la edad que debería tener Carter y el personaje activo (y atractivo) que la escritora pone en la vida de Perea allá por la segunda década del nuevo milenio. Para mí, se trata de un descuido de tales dimensiones que resta credibilidad y fuerza en más de una ocasión a la relación entre los personajes.


 
Pese a todo, frente a los nuevos best sellers que arrasan en las librerías (y creo que también en la red) como las famosas "Cincuenta sombras de Grey", que según tengo entendido está pésimamente escrito, a "Misión Olvido" hay que reconocerle un estilo cuidado y pulido que a veces, para mi gusto, le llega incluso a restar algo de frescura.

Además, la novela está mejor hilada que "El tiempo entre Costuras". Aquí el círculo está cerrado. El argumento de "Misión Olvido" no es ni la mitad de rocambolesco de lo que en ciertos momentos resultaba el de la novela sobre la modista madrileña y da la impresión de que la autora, esta vez,  ha empezado a escribir conociendo el final de la obra, lo que le permite ir desgranando a lo largo de las páginas ciertas pistas que deberían, aunque quizás no siempre lo consigan, alimentar la intriga del lector. Y es que a mí, personalmente "El tiempo entre Costuras" me dio la impresión de haberse escrito a trompicones y en general, pese a reconocerle un gran poder de entretenimiento y evasión, me resultó muy irregular. Sin embargo, "Misión Olvido" parece estar hilvanada desde un comienzo.

Dueñas se aleja esta vez del tono efectista y detectivesco que dotaron del éxito comercial a su primera obra y adquiere una perspectiva mucho más intimista y reflexiva. Creo que es una decisión consciente y de ahí la diferencia de edad de las protagonistas de una y otra novela: En Misión Olvido" Perea le da voz a una mujer madura y responsable, mientras que la famosa Sira de "El tiempo entre costuras" era una adorable y alocada joven dispuesta a ponerse el mundo por montera.

En cuanto al contenido histórico, ni qué decir tiene que en la primera novela de la autora este adquiere un peso potente, siendo impensable concebir la historia enmarcada en otro periodo temporal, algo que no ocurre con "Misión Olvido", donde la historia de los misioneros franciscanos en California llega a resultar tediosa y carente de interés.


"Misión Olvido" no alcanza el clímax en ningún momento y sin embargo es una novela agradable de tener entre las manos, que se lee fácilmente de un tirón, a pesar de lo aburrido de algunos pasajes como los dedicados al establecimiento de un centro comercial que amenaza con destruir un paraje cercano a la universidad californiana.

Que el éxito de "El tiempo entre costuras" no lo va a alcanzar "Misión Olvido" es un hecho que preveo con claridad. Pero catalogar a una u otra como mejor novela, a eso, hoy por hoy, no me atrevo. 

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