viernes, 22 de junio de 2012

El imperio eres tu

Título original: El imperio eres tu
Autor: Javier Moro
Premio Planeta 2011

Una cita: Puedes amar como un hombre, hijo mío, pero te tienes que casar siempre como un príncipe. 
 
"El imperio eres tú" es la novela que ha conseguido devolver a los Premio Planeta el prestigio que en los últimos años parecía haber perdido. Narra el nacimiento del más grande país de Sudamérica, Brasil, a raíz de la salida de Lisboa de los Braganza , que pretenden, con su huída hacia el nuevo continente en 1807, salvar a la corona de la invasión de las tropas napoleónicas.



Personalmente, esta novela me ha permitido descubirar una parte de la historia que, pese a ser muy cercana por sus raíces geográficas, desconocía. "El imperio eres tu" posee el exotismo de las tierras del trópico, las intrigas palaciegas de las monarquías del sigo XIX, y es un retrato psicológico de sus principales personajes: Juan VI de Portugal, su esposa Carlota Joaquina de Borbón, hermana del rey español Fernando VII, Pedro I, emperador de  Brasil o su mujer, Leopoldina de Austria.

Esta novela consigue poner varios temas de relieve. Por una parte, halaga la forma en que la independencia llegó a Brasil de mano de un emperador magnánimo, que, si bien confundido en ocasiones por la influencia perniciosa de su amante Domitila o por su deseo de poder, evitó derramameintos de sangre, al contrario que ocurrió con sus países vecinos al independizarse de sus colonias.


En un momento en que el papel de la monarquía está tan cuestinado, "El imperio eres tu" pone  en envidencia el papel imprescindible que esta institución ejercía hace apenas dos siglos. Los monarcas eran educados para dar su vida por el pueblo y por la institución, sacrificando sus deseos personales. La presencia de espíritu, la nobleza, el honor y la dignidad eran valores incuestionables y quien no los cultivaba, como fue el caso de Miguel, hermano de Pedro I, lo acababa lamentando.

Otra vez más, una novela que evidencia las contradicciones del ser humano. Pedro I fue un mujeriego incorregible que, sin embargo, quiso hacerse cargo de la multitud de hijos que tuvo con infinidad de mujeres. Fue un amante entregado, pero a veces un esposo egoísta; un padre amoroso, pero un hijo en ocasiones despiadado; un luchador incansable, pero también un juez parcial. Y así como el emperador Perdro I de Brasil,  la historia narrada en esta novela demuestra que el pueblo es también caprichoso y contradictorio a veces, difícil de contentar.

"El imperio eres tu" ofrece una lectura a veces densa. No da tiempo al esparcimiento, es una sucesión inagotable de datos históricos que el autor emplea para ir desgranando la historia y el retrato de sus personajes, explicando las posturas de unos y otros, con el fin de que el lector comprenda la sucesión de los hechos que desencadenaron la toma de decisiones, el comienzo de una guerra o el triste exilio de un país. En contraprestación a la densidad de información, la novela está escrita linealmente, con una prosa sencilla y un estilo ameno y lúcido.

Después de haber leído "Pasión India" y "El Sari Rojo", con "El imperio eres tu" me reafirmo definitivamente en mi inclinación por Javier Moro, este escritor capaz de hacer de la historia una apasinante aventura.

lunes, 18 de junio de 2012

Jezabel

Había visto en algunas librerías “Suite francesa”, de Irene Nemirovsky, pero el volumen, tan pesado, no me parecía una opción cómoda para el autobús (sigo sin darle una oportunidad al ebook). Así que cuando supe de “Jezabel” pensé que era una forma más liviana – en sentido literal – de acercarme a la escritora.


Jezabel es una novela psicológica protagonizada por una exquisita mujer de la alta sociedad francesa de principios del siglo XX, Gladys Eysnach, de gran belleza y baja altura moral, incapaz de aceptar el paso del tiempo. La obra, que comienza con el juicio de la protagonista por el presunto asesinato de su presumible amante, consigue en un principio azuzar la intriga del lector. Sin embargo, enseguida se convierte en una historia totalmente predecible. El argumento es ciertamente exagerado - quién puede creerse que allá por los maravillosos años veinte una mujer de sesenta años pudiera pasar por una joven de treinta y tantos. Además, las andaduras psicológicas de la protagonista - el análisis de sus miedos, sus inseguridades, y su egoísmo - resultan ciertamente repetitivas.

Pese a todo, la novela me ha sorprendido por la vigencia del tema principal. El miedo a perder la belleza, la obsesión insana por mantener la juventud, el deseo incontrolable de sentirse admirada, son temas que no pueden estar más vigentes hoy en día. En una sociedad en la que la cirugía estética o las inyecciones de bótox son tan comunes como una extracción de muelas, quizás debiéramos reflexionar sobre el verdadero valor de la juventud. Tendemos a sobrevalorarla y a equipararla a estados de felicidad y satisfacción, olvidando que la verdadera belleza no debería depender de un ceño más o menos arrugado. Los cánones que nos inculcan desde todos los medios de comunicación, los prototipos de perfección que nos ofrecen se quedan en la superficie, y casi siempre obvian una belleza que, a diferencia de la tersura de un rostro, puede ser perenne: hablo de la integridad moral, la generosidad, el saber estar, la clase. Una piel estirada no lo es todo. Por eso la protagonista de Jezabel, pese a ser capaz de alargar la juventud de su cuerpo más allá de lo esperable, es un personaje obsesionado, con un atribulado mundo interior, egoísta y tremendamente infeliz y desgraciada.


No puedo terminar esta entrada sin hacer mención a la apasionante vida de Irene Nemirovsky. La escritora de Jezabel, nacida en Kiev, se estableció en París en 1919 tras huir junto a su familia de la revolución bolchevique. Allí Irene obtuvo la licenciatura de Letras en la Sorbona y en 1929 envió su primera novela, David Golder, a la editorial Grasset, dando comienzo a su carrera literaria. Pero la Segunda Guerra Mundial marcó trágicamente su destino y fue deportada a un campo de concentración y asesinada en Auschwitz. Sus hijas guardaron el legado que su madre les dejó: una maleta con varios de sus manuscritos, entre los que se encontraba Suite Francesa, novela sobre la ocupación alemana en Francia cuya publicación en 2004 desencadenó un fenómeno editorial y cultural sin precedentes. Jezabel no ha satisfecho mis expectativas, pero ¿debería quizás darle una oportunidad a Suite Francesa?