domingo, 9 de septiembre de 2012

La fiesta del Chivo

La fiesta del Chivo
Mario Vargas Llosa, 2000

La fiesta del Chivo retrata el asesinato de Rafael Leónidas Trujillo, apodado El Chivo, dictador de la República Dominicana durante algo más de treinta años (1930-1961), pero también es una radiografía del régimen que tuvo  sometido y tiranizado al país durante tres décadas y del inicio de la transición hacia la democracia.

Uno de los aspectos que me fascina de Vargas Llosa es la estructura de sus novelas. En esta caso, la obra sigue tres líneas narrativas entrelazadas. Por un lado, Urania Cabral, hija de Agustín Cabral, ex senador en la era trujillista, regresa a su país tras años de ausencia. La visión de su padre enfermo y el reencuentro con su familia removerán sus recuerdos. En segundo lugar, se narran las últimas horas de la vida de Trujillo, ofreciendo una imagen del círculo interno del régmien, las relaciones de poder, los temores, y las envidias de las cabezas visibles. La tercera línea narrativa se dedica a los protagonistas del atentado perpetrado contra el dictador y a su suerte (o infortunio) durante las horas y días posteriores al asesinato.


Como en otras de sus obras, Vargas Llosa utiliza los planos temporales con una maestría inigualable. Viaja del presente al pasado con desenvoltura y agilidad. Una vez más, utiliza la técnica más cinematográfica que literaria: los flashbacks, que aparecen en los capítulos dedicados a Urania Cabral, y que me han transportado directamente a “La casa verde”, donde por primera vez el autor utilizó esta técnica innovadora.

En un plano más argumental, La fiesta del Chivo es una telaraña de personajes perfectamente radiografiados, sin duda, gracias también a un trabajo de documentación indiscutible y que sin duda supuso un esfuerzo titánico para el autor. Así, el rencor de Urania, el sadismo de Johnny Abbes García o la religiosidad de Salvador Estrella Sadhalá contribuyen a que el lector vaya perfilando a los personajes sin riesgo de perderse en la maraña de nombres y cargos políticos tanto de los miembros más aguerridos del régimen como de sus detractores.


Vargas Llosa confesó que esta novela comenzó a fraguarse muchos años antes de su publicación, en 1975, año en que visitó República Dominicana a fin de supervisar la adaptación cinematográfica de otra de sus novelas. Allí comenzó a oír anécdotas sobre la era trujillista y a interesarse por este periodo negro en la historia de la isla caribeña. El peruano confesó haber rebajado la crueldad de la realidad para dotar a la ficción de más credibilidad, algo que sorprenderá a cualquier persona que lea la novela, pues cuesta creer que la barbarie, las torturas, el sadismo, la abyección, la inmundicia que se describen, sean posibles. Incluso el secreto que Urania Cabral ha guardado tantos años en silencio y que acaba desvelando a sus parientes no es una invención del autor, sino un fenómeno que se repetía con frecuencia durante aquellos años.
El poder, el extremismo, los fanatismos, son temas que el peruano tiene presentes en sus obras (La ciudad y los perros, Conversación en La Catedral, La guerra del fin del mundo, El sueño del celta). Vargas Llosa intenta demostrar que la realidad desmesurada de la que habla no se debe tanto a la naturaleza personal de Trujillo, sino a la acumulación de poder, pues él cree que “la crueldad es una manifestación de ese poder absoluto”. Al peruano le fascinó la relación que llega a establecerse entre el dictador y su pueblo: una especie de vasallaje espiritual que, por culpa de la coacción y el temor, va más allá de la simple servidumbre. Un mundo donde lo militar llega a controlar no sólo la esfera civil, sino también la familiar y profesional.
En mi ranking personal de novelas del nobel peruano, La fiesta del chivo ocupa, sin llegar a eclipsarla, un lugar muy cercano a Conversación en La Catedral. Es una de esas obras que lees con avidez y que, sin embargo, no querrías teminar jamás.

1 comentario:

  1. no he leido el libro, lo buscare en alguna biblioteca! curiosamente mi calle toma el nombre de este escritor :))
    te sigo!
    1 besin
    LE JOURNAL DE PRADA

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