lunes, 1 de abril de 2013

La vida imaginaria

La vida imaginaria
Autor: Mara Torres
Finalista Premio Planeta 2012

La vida imaginaria tiene un público objetivo y yo entro en su "target". Mujer y treintañera. Pero que la finalista del Premio Planeta sea una "novela de chicas", cuanto menos, sorprende. 

Nata, diminutivo de Fortunata, se enfrenta al reto de rehacer su vida después de que Beto, Alberto, su pareja durante los últimos tres años, haya decidido tomarse un tiempo de reflexión. 



Los nombres de los personajes son la primera pistas de por dónde irá la novela: Nata, Beto, Don, Carlota, Alvar o Blas. Nombres poco serios para una historia relajada que se lee de un tirón. (A mí de hecho me duró una noche) Narrada en primera persona y dividida en breves capítulos, La vida imaginaria  puede presumir de un estilo fresco y desenfadado, como no podía ser de otra forma para una historia que se queda en la superficie de los asuntos que trata. El amor, las relaciones de pareja, los desengaños y la amistad son los temas principales de la novela, y Mara Torres los aborda sin gravedad. 


Además de estos, hay temas secundarios que orbitan en torno a las relaciones de pareja de Nata: la crisis económica, los ERE o el consumo de drogas. Temas que se introducen con calzador, quizás con la pretensión de que la novela sea un reflejo fiel de ese grupo de veinte y treintañeros que sufre una crisis de identidad y de valores. Quizás también con el objetivo de convencernos de que, pese a lo que pueda parecer leyendo el diario de Nata, el amor no es la única preocupación de una juventud que sale de fiesta de lunes a sábado, bebe sin mesura y habla sin pudor de sus relaciones de pareja. 


Frente a esas pinceladas de realidad como son la crisis o el problema del paro, quizás lo mejor de la novela sean los episodios oníricos que aportan optimismo a la historia. Protagonistas que vuelan subidas en su colchón o que tiñen de rosa las calles, pinceladas que dotan de cierta originalidad a una obra que me atrevería a catalogar dentro del género de las chick lit: novelas románticas escritas y dirigidas para mujeres jóvenes, trabajadoras y preferiblemente solteras.

La vida imaginaria entretiene a esas mujeres que rondamos la treintena y que, en ciertos aspectos, nos vereomos identificadas con una protagonista divertida con al que es fácil empatizar. Un libro para llevar en la bolsa de la playa o leer en el autobús. Pero concederle el título de finalista del Premio Planeta es, para mi gusto, un exceso. 

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