lunes, 13 de febrero de 2012

Ladrones de nuestro tiempo

No hay desacuerdo: el tiempo es un bien escaso y es, además, el único irrecuperable. Hay otros, como la salud - si bien no estrictamente un bien escaso, desde luego primordial -  que aunque mellada por enfermedades de mayor o menor gravedad, siempre cabe que regrese. El agua dulce es otro ejemplo: incluso tras periodos de sequía, volverá a  caer y rellenar nuestros pantanos. Y en cuanto al petróleo, se hallarán nuevos yacimientos que incrementarán las reservas actuales y desde luego yo confío en que encontremos recursos, fuentes de energía alternativas, que lo sustituirán.



Pero el tiempo, amigo mío, es harina de otro costal. No eras consciente cuando recibiste aquella palmadita y por vez primera tus pulmones se contrajeron en un acto reflejo, pero en ese preciso instante comenzó la cuenta atrás. Vives a contrarreloj. Cuando suena el despertador ya llegas tarde y el día se convierte en una lucha en la que la hora de entrada al trabajo, el inicio de la clase de Pilates, el cierre de la guardería y el comienzo de la serie de TV son tus más férreos enemigos. Admítelo, vives con prisa, vas con la lengua fuera.



Queremos estirar los días, pero el tiempo es rígido, inflexible. No da tregua y además tiene buenos aliados. Son los ladrones del tiempo. Tienen nombre y apellidos, diferentes para ti y para mí, pero algunos, los más crueles y atroces, son comunes. Tú y yo compartimos su sadismo. Llámalo Ipad, Iphone, Google, Apple Store o simplemente, Internet. Tenemos acceso directo en cada momento del día, lo llevamos en el bolsillo, lo consultamos en el autobús, incluso en el metro ya tenemos cobertura, respondemos mensajes mientras vemos la tele, jugamos en línea cuando estamos leyendo y leemos emails en mitad de una comida con amigos. El dedo se mueve audaz sobre la pantalla táctil y los ojos sobrevuelan las letras sin llegar a concentrarse. Mientras, el segundero del reloj marca inflexible el paso del tiempo. Perdemos la carrera. Saltamos de un tema a otro- los links facilitan la tarea- sin llegar a profundizar en ninguno. Mientras, la novela que teníamos entre manos nos mira abandonada desde su destierro, el marca páginas parado desde hace días, la esperanza ya perdida. 


Lo admito: Yo también soy víctima de estos ladrones de tiempo… y aún no sé si claudicar. Me resisto a que roben tiempo a mis lecturas, pero a la vez disfruto con mis juegos online y los WhatsApps. ¿Dónde está el equilibrio? La vida se acaba, date prisa. Escoge entre leer o jugar, escribir o chatear. Has de tomar decisiones. Sé el único dueño de tu vida. La vida es un regalo, insustituible y único. De ti depende que sea extraordinaria. Aprovéchala. Tu tiempo te pertenece, tú puedes manejarlo. No seas un mero espectador. Coge tu libro y lee, toma decisiones, disfruta, escribe, juega, ama y sé valiente. Mañana ya no estaremos aquí. Todo lo que hagas hoy, quedará hecho, se archivará en tu memoria. ¿Qué clase de recuerdos deseas almacenar? Pocas veces hay una segunda oportunidad. Cógela al vuelo. No tengas miedo. Tú tiempo, tus días, tus experiencias, sólo a ti te pertenecen.

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