Autora: Isabel Allende
La Casa de los Espíritus, primera novela de Isabel Allende, que la catapultó a la fama y al éxito internacional, narra en paralelo las aventuras de una saga familiar y la historia más reciente de Chile, pasando por el gobierno del socialista Salvador Allende y el golpe de estado perpetrado por las fuerzas armadas en 1973 y que supuso el inicio de la dictadura de Pinochet.
Reconozco que siempre me dio cierta pereza leer un libro que hablase de espíritus, y por eso postergué la lectura de esta obra, habiendo abordado sin embargo otros títulos de la escritora chilena.
La Casa de los Espíritus se cataloga en el género del realismo mágico y deambulan, por sus páginas, los inofensivos espíritus de los familiares que fueron dejando, al menos en el plano físico, este mundo. Pero estos retazos fantásticos no resultan sobrecogedores, sino más bien simpáticos.
Allende escribe con un estilo fluido una sucesión tan abrumadora de hechos que apenas tiene tiempo de detenerse en el desarrollo psicológico de casi ninguno de los personajes. Sólo en Esteban Trueba, el patriarca de la familia, se aprecia una evolución personal al final de sus días, abandonando, quizás por imposición de la edad, el carácter violento que siempre lo caracterizó.
Sin duda, la parte más interesante es la referente al ámbito social y político de la novela, que refleja fielmente las desigualdades de clases, caldo de cultivo para el odio de los más desfavorecidos, el malestar de una a sociedad convulsa que acaba enfrentando a miembros de la misma familia, las atrocidades de las dictaduras. Una lástima que para llegar a esto haya que leer más de la mitad de la novela, cuando ya el lector empieza a temer que la historia no sea más que un culebrón bien narrado.
Una obra entretenida que vale la pena leer para hacer repaso de la historia de ese país tan lejano al nuestro.
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